viernes, 17 de junio de 2011

Al fín, en primicia: La maldición de lacasadePaco y repremio

 Chihiro, que hace mucho que no sale.

Antes que nada... ¡¡tengo un premio por duplicado!! resulta que Goblin me otorgó el premio a la vez que Sonia. ¿a que mola? Pues sí, soy doblemente rosa y doblemente completo, Jojojo.


Hace muchos, muchos años... bueno, en verdad hace exactamente uno y medio, pero es que eso no es forma de empezar una historia: "Pues mira, justamente el año pasado por estas fechas, no unos meses antes..." No, es que pierde toda la gracia así... pero en fin, habrá que ajustarse a la realidad:

Os meto canción porque el texto es largo, así os entretenéis mientras ^__^


Hace muchos, muchos -ejem- días, una pareja de novios gaditana reafincada en Ciudad real por designios del destino -y, ya que estamos sinceros, del ministerio de Sanidad y Consumo-, decidió casarse tras catorce años de noviazgo y siete de convivencia en pecado. "¡¡Qué locura!!", pensaréis, "¡¡Si casi no se conocían tras tan poquito tiempo!!" Sí, bueno, ja ja, pero coñas aparte, a finales de 2oo9, Eva y yo contraíamos matrimonio en Cádiz antes los ojos atónitos de los familiares y amigos, que todavía no entienden cómo convencí a Eva para que dijera que sí, y ante los ojos amables de Dios, que en el fondo es un cachondo y tuvo a bien echarme el cablazo de mi vida. 
La boda fue un puntazo, el viaje de novios la auténtica repolla (tengo que contaros algún día lo del fin de año en la calle en pleno Manhattan... mu gordo) y la vuelta... muy bonita, sí, aunque un poco triste porque volvíamos al hogar en el que vivíamos entonces, un bonito piso de ochenta metros (más que de sobra) que, lamentablemente, estaba justo encima de la zona de botellón.
Jo-Jo-Jo.
La cosa es que al principio lo llevábamos bien, ya sabéis: Son sólo niños... Total, los viernes y los sábados no volvemos hasta las siete o así... Los domingos estamos tan cansados que ni nos enteramos... 
Y entonces alguien inventó los miércoles de ingeniería y los martes de enfermería... o al revés. 
El día en que me sorprendí a mí mismo a las cuatro de la mañana asomado al balcón en gayumbos y recitando a voz en grito poemas de amor a las fiesteras (ya sabéis, ese tan bonito de Gustavo Adolfo Bécquer, el de "Me cago en vuestros padres, diminutas hijas de puta"), amén de escupitarrajeando arbitrariamente hacia la calle con toda la rabia del que lleva intentando dormir desde las once... Ese días, os digo, Eva y yo decidimos que teníamos que mudarnos y, ya de paso, comprar piso aprovechando que la cosa había bajado un poco.

Buscando kely: la hipoteca y las inmobiliarias.
Lo primero que nos llamó la atención de toda esta mierda fueron los bancos y las inmobiliarias.
En el caso de las inmobiliarias, pronto descubrimos que las mismas ofertas que veíamos por internet a x, tenían el sospechoso precio de x+35.000€ en las inmobiliarias. Acojonante! El caso más bestia que vivimos fue uno en el que, después de hablar con la dueña y decirnos que ella lo tenía en 250.ooo pero nos lo dejaba en 220.000, fuimos a una inmobiliaria en cuyo catálogo tenía en mismo dúplex... ¡¡A 360.000€!! ¡Tócate los huevos, da vueltas sobre ti mismo y canta el Macarena! Me quedé tan flipaísmo que ni siquiera le dije nada al tío: nos limitamos a salir de allí con una sonrisa, un hasta luego y una absoluta pérdida de fe en la naturaleza humana. 
En el caso de los bancos fue mejor todavía. No voy a usar nombres reales porque me parece feo, así que voy a inventarme unos nombres imposibles de descifrar. La primera caja a la que fuimos fue... uhm... digamos que... VVBA (ingenioso, ¿eh?). Estos, directamente, sin preguntar datos ni nada, nos dijeron que no, lo cual es bonito e incluso agradable. Luego fuimos a... La Cainxina, donde teníamos todos los ahorros y toda la pasta de la boda. Le pregunté al director, un señor elegante, educado y con don de gentes, qué opciones de hipoteca nos ofrecían, y éste, con sonrisa amable, me soltó un "bueno, amiguito, primero habrá que ver si te la concedemos o no" que todavía me duele en el pecho cuando respiro. En mi defensa diré que la cara que puso cuando sacamos toda la pasta para llevarla a otra entidad fue recompensa más que suficiente. Todo el aplomo, toda su prepotencia y esa sonrisita de autosuficiencia borrada de un plumazo. Ah... 
Luego probamos en la cuenta uhm... anaranjada, unos ladrones; en los planes aplazados (aplazados por los cojones, dos años sin pagar, sí, pero generando intereses como un maldito) por internet... y al final terminamos aparcando en... uhm... Pandaja, donde se portaron bastante bien y, por ahora, no tenemos queja. Pero me estoy adelantando, porque hubieron de pasar más de nueve meses (toma parto bancario) para llegar a este punto. Mientras, nuestra única obsesión, era la búsqueda de la casa.


Buscando una madriguera digna... más o menos.
Empezamos a comprar periódicos de cambalache, mirar páginas de inmobiliarias, páginas libres de ventas de inmuebles y periódicos locales. Fotocasa, pisolibre, el mercadillo... eran como un segundo lenguaje materno para nosotros. Las primeras semanas soñaba que veía casas y que encontraba justo los que buscaba al precio que quería. 
Jaaajaja
Como si fuera tan fácil...
La primera etapa duró cinco meses. En esa etapa destacaron dos cosas. La primera, que pasamos de mirar pisos de una habitación (nuestro amor es suficiente, no necesitamos gran cosa) a Dúplex. ¿Y eso por qué? Porque, curiosamente, la mayoría de los pisos de una y dos habitaciones que se vendían eran de parejas cuyo amor era suficiente y no necesitaban gran cosa... hasta que llegó el divorcio y querían vender el piso. Brrrrr Toco madera. “Además, bien mirado, ya que nos metemos en una compra... ¿qué más da? Total, nos hipotecamos a cuarenta años y que sea lo que Dios quiera” (argumentos desesperados a la hora de comprar casa).
La segunda cosa que destacó fue... eldúplexdeSebastián. Una vivienda bonita en dos plantas, con una terraza de 20 m2, cocina amueblada y equipada, parabólica, piscina comunitaria, zonas verdes, en bonita zona a tomar por culo de la civilización...  Y unas esquinas rarísimas en salón y cocina que hacían pensar que el arquitecto, si bien podía ser bueno, había diseñado la casa en un día de borrachera, con la luz apagada y las manos atadas por debajo de los tobillos. No obstante, como el sitio nos gustaba, nos metimos en negociaciones y, tras bajarle siete millones al precio (sep, no estuvo nada mal), llegamos a un acuerdo.
O eso creíamos nosotros.
A dos semanas de la firma, con la nota simple en casa (hipoteca pequeña), la tasación pendiente y todo preparado, quedamos para tomar café en eldúplexdesebastián, y el Sebas, con toda la pachorra del mundo nos suelta que, como le hacen tarifa plana de mudanza, se lleva la cocina (muebles y equipamiento), los baños (completos), la parabólica y, tócate los huevos, los armarios empotrados, que la madera "le viene muy bien al albañil para hacerme unas estanterías".  
Eva y yo nos quedamos tan flipados que asentimos con la cabeza, nos terminamos el café y volvimos al piso. Hicimos la comida (Eva con una carita, la pobre...) y a mitad del gazpacho, uno, que es lento de reacciones, dio un golpe en la mesa al grito de "y un carajo". Eva se quedó un poco flipada, porque desde que me partí el nudillo pegándole a una pared allá por el pleistoceno nunca he sido de pegarle a las cosas, pero pasado el susto me dio un beso y dijo "No, ¿verdad?"
Y efectivamente, fue que no. Llamamos a la tasadora para parar el proceso, al banco para lo mismo y a Sebastián para decirle que o dejaba los muebles y los baños, o rompíamos el trato. Él se dio el gustazo de decir que "se sentía estafado" y que éramos "unos sinvergüenzas", y yo me di el placer de soltarle que podía coger el dúplex, poner un piso al ladito del otro, de canto y metérselo directamente... bueno, la idea principal era un poco imposible, pero iba a convertir todo ese rollo del sentarse en un asunto peliagudo.


Vuelta a la casilla de salida. 
Después de semejante tortazo volvimos a empezar de cero. Ya nos habíamos encaprichado de la zona, y es que "a tomar por culo de la civilización" es muy bonito, así que después de mucho buscar dimos con la siguiente opción: lacasadelcaos. Una casa de tres plantas un poco vieja y a reformar pero muy chula y con mucho espacio para trabajar. El vendedor, José Luis, era y es un tipo bastante majo, muy rollito chanquete, lobo de mar que ha conocido mejores años, pero eso sí: A pesar de ser tan majo tenía más peligro que meterse en los gayumbos una serpiente coral cabreada. En la nota simple, en la que supuestamente tenía “una hipotequilla, creo” figuraban cuatro embargos preventivos, uno provisional y cinco juicios pendientes sobre la casa, amén de ser propietario José Luis de tan sólo un quinto de la misma. "Pero eso da igual" dijo el muy cachondo. 
Hay gente pa tó.
Al final tuvimos que olvidarnos de el negocio, porque al banco casi le da un ataque cuando vio la nota simple, pero sigo pensando que José Luis era un tío majo, aunque ahora lo más seguro es que esté en Herrera de la mancha o en Alahurín de la Torre. 
El problema es que con esto nos picó el gusanito de las casas, y empezamos a buscar una unifamiliar pareada bonita en la que criar a las ya no tan futuras gambitas.


En este punto pasa una cosa supercachonda con las casas: El precio que pone en los anuncios es meramente orientativo. Para que os hagáis una idea, os expongo una conversación tipo de una mantenida durante la visita a una casa con el propietario:
Yo: -La casa es bonita... ¿cómo se quedaría? -refieriéndome a los muebles.
ÉL: -Pedimos 300.000 euros.
-Ya, pero... -el presupuesto se me dispara, pero intento explicarle que me refería a los muebles- Yo quiero decir...
-Bueno, tiene humedades y hay que darle una manita, podemos dejarla en 275.000
-Pero...
-Bueno, vale, 250.000, pero es que con 50.000 no veas si tienes para arreglos.
-Sí, ya, pero yo quería saber...
-No, es que de 250.000 no podemos abajar. Bueno, tendría que hablar con mi hermana, pero.. vale, 230.000 y es vuestra.
Verídico! Trece millones en cinco minutos, toma ya! La peña está tan obsesionada con pedir más que te hacen unos bajones acojonantes. Fue en uno de estos bajones que conocimos lacasadePaco: 3 plantas con cocina campera en el sótano y buhardilla, bien distribuida, jardín pequeñito, aire acondicionado central... Muy bonita y cuidada con la cocina nueva en silextone. Y a un precio inmejorable:  La caña.
Era Junio, y le hicimos la oferta por la casa. De hecho, hartos de marear la perdiz aceptamos el precio base, que no estaba nada mal. He dicho ya que estábamos en junio, ¿verdad? Paco aceptó la oferta con una condición: él necesitaba que le aceptaran la compra de otra casa que tenía en mente para poder vendernos la suya, por lo que me pedía el dinero por adelantado (ja ja ja) o bien un compromiso por escrito, que también le pedía al otro vendedor... Un lío de cojones, vaya.
El caso es que el tipo me caía bien, y como Eva y yo habíamos dado nuestra palabra y para nosotros esas mierdas son importantes, le seguimos el rollo esperando a que se solucionara lo de la casa que el quería comprar.
Ja.
El mes de junio pasó en un pulso de "dame dinero" "no" "Es que el otro me pide una señal" "me la sopla".
El mes de julio pasó en tres cuartos de los mismo.
Llegó el mes de agosto y, hasta la misma rebolilla del árbol de navidad, llamé al que le vendía a Paco y quedamos para formalizar la venta a tres lados: él le vendía a Paco, Paco le compraba a él y me vendía a mí, y yo le compraba a Paco. En mi cabeza ya empezaba a imaginarme el día de la firma en notaría: “Los Hermanos Marx firman la Hipoteca” Y ese Groucho con lo de “la parte contratante de la primera parte...” El caso es que dejamos un poco al margen a Paco, que es majete, sí, pero no es la estrella que más brilla del firmamento, ni siquiera en una ciudad chiquita, y acordamos los tres un día de septiembre para formalizarlo todo. Llegó septiembre y, después de tener todo preparado y, lo que aún me duele, teniendo la tasación lista, el banco de Paco, el... ejem... VVBA, empieza a retrasar la operación, con lo que mi banco, eu... Pandaja, se coge un cabreo de no te menees. 
El uno de octubre, cansado y harto de toda esta mierda, me planto en las oficinas de VVBA a hablar con el director, y cuál es mi sorpresa cuando el maldito gañán pervertido acechador de gacelas en celo con lazos de celofán me suelta que no le van a dar la hipoteca a Paco, pero que eso no significa que yo no pueda comprar la casa.
-¿Y de qué coño le vale a Paco tener el dinero de su casa, en la que tiene una hipoteca cuyo importe os quedáis vosotros, si no le vais a conceder otra hipoteca para otra casa?
-Ese no es tu problema, ¿no?
Queridos amigos, más que amigos, hermanos; hay pocos placeres en esta vida, y os lo digo en serio, mayores que decirle al director de la sucursal de un banco como el... ejem, ejem, VVBA que se vaya a tomar porlojete, en voz alta y tranquila, para que se entere toda la clientela, y luego salir tranquilamente llevándote el boli (sí, sí, el atado) que hay en la línea de cajas.


Lo bonito de esta historia es que, afortunadamente, Paco se enteró de la jugarreta y cambió de banco, el que le vendía encontró otro comprador y Eva y yo, olvidándonos de la casa de Paco,  terminamos consiguiendo otra aún mejor a un precio muy parecido y, lo que es mejor, un mes después. Y el director de la sucursal... Pues por ahí seguirá, pero ya se las llevará todas en la frente, ya...
Y hasta aquí la historia, que se me ha ido un poco de las manos. Buen fin de semana y gracias por llegar hasta aquí.
Anna, es un placer saber que sigues por aquí. 
Y Carlo... la culpa es vuestra por preguntar, jajajaja

Un abrazo!!

12 comentarios:

  1. Lo nuestro fue mucho más fácil, vimos la urbanización que nos gustaba, nos dijeron los pisos que quedaban libres, lo compramos.
    Heavy hipotecado.
    Dos habitaciones, salón, cocina y dos baños, en un 4º piso, y plaza de garaje y trastero, y en una zona accesible a todo.
    De lo mejor de la ciudad en estos momentos.
    Aunque el ascensor no tenga memoria, y la plaza de la urbanización en invierno parezca una piscina comunitaria...mientras lleguen las humedades a nuestro trastero muchos van a tener que estar jodidos primero...
    Quitando que debajo nuestro a un querido amiguito le da por tocar la bateria...(sin saber tocarla), todo bien...
    En ese aspecto, vamos a tocar madera, no nos podemos quejar...


    Menuda odisea la vuestra, yo me hubiera desanimado!!!

    Un abrazo familia!

    Rebeca.

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  2. Cómo te entiendo hijo! ni siquiera en un pueblo que está deshabitándose a pasos agigantados fue posible encontrar una casa "en condiciones" sin pagar un pastizal!!
    Me he reido mucho con tus descripciones porque el Manolo y yo visitamos unas cuantas y una de ellas tenía una escalera de caracol que seguro la diseñó el arquitecto ciego de las manos atadas jajaja
    BESOS!

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  3. ai mare, me parto contigo!!!!!!! Toda del tiron , sin dejarme una palabra y no se me ha hecho largo por lo que escribes de p.m. así que lo dicho, me he reido un rato largo y actualiza diariamente si tienes tiempo que vale la pena leerte,jejejeje.
    Un besazo y algún dia contaré la mia que aunque no tan enrevesada como la tuya también tiene tela...jejejeje.

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  4. Y todo esto aguantando todas las noches las botellonas? Es para haceros un monumento!!!
    Muy buena la historia real, muy típica, muy repetida desgracidadamente en estos momentos. Cuanto sinverguenza!

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  5. Yo viví la venta de un piso de mis padres, de dos casas de mis abuelos y la compra de la actual donde estan mis padres ahora... y miedo me da hipotecarme.

    Cuando veo en la MTV esos casoplones siempre pienso "cuando tienes pelas, debe ser todo más fácil", es un poco "tienes dinero, tienes pene, no tienes dinero, tienes culo". Un asco.

    Besis

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  6. jooooooooooder vaya historia.. así estoy yo de tranquilita con mi vpo jejeje
    holitas a chihiro ;)

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  7. ¡¡Muchas gracias por darme el premio!! Me ha hecho mucha ilusión ^o^
    Besos y hasta dentro de una semana, que me voy a la playa =)

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  8. Por fin!!, sabes que he sentido a través de tu entrada?, toda esas ganas de enviar a más de uno a que entre en la placenta de las entrañas de su madre y espere nueve meses más.
    Después que nazca con un poco más de claridad mental, en otros casos de autoestima, ¿que porqué? está claro les falta madurar.
    Tuvo tela el temita, los del VVBA también me la gastaron a mí, los envié a tomar por el (*), no antes de tener otra entidad que incluso los intereses fueron menores, al igual que la cláusula de comisión 0 por cancelación parcial.
    Mi historia de vivienda no fué ni con el banco, tampoco con el vendedor,(inmobiliaria) fue con el macho de la cabrita que tomó el dinero y desapareció,= Constructor.
    Muchas gracias por el relato, me siento mejor ya que las penas compartidas se hacen más llevaderas.
    P.D Es un placer indescriptible, tienes razón.

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  9. Me uno a Ying-YAng-Mixta-Carlo...aún están buscando al hp del constructor que me dejó con las 4 paredes y sin un €...
    Y...........otro mas del rosaaaaaaaaaaaaaaaa,jajajajaja!!!!

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  10. Dios, menuda odisea vivísteis, leyéndote se me quitan las ganas de comprarnos una casa y seguir en nuestro pisito de alquiler en el centro >.<

    Yo en tu lugar me hubiera vuelto tarumba y después de pillar una recortada por banda y hacer unas cuantas visitas, hubiera terminado con una preciosa camisa de fuerza en una celda acolchadita canturreando nombres de bancos y vendedores hijosdeputa :)

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  11. Pufff me acuerdo de la historia y todavia sufro mucho jajaja. Pero afortunadamente-gracias a Dios- Gracias a la suerte ahora contais con una casa maravillosa! Asique bueno, ya sabes que soy de las que piensan que no hay mal que por bien no venga asique...teneis casa para rato y por si no te habias enterado con albaricoques de sorpresa, para ti, los vecinos, amigos...etc!
    Un besazo

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  12. Por cierto!!! felicidades dobles por tu doble premio rosa al blog mas completo!!! la verdad es que lo es.Un beso!

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