jueves, 26 de septiembre de 2013

Dead Man' Soul

No soy mucho de poesía, pero el otro día descubrí a Robinson Jeffers en un capítulo de Ghost Adventures y comprendí que el panteón de Poe, Béquer y Shelley, había aceptado un nuevo miembro.
De sus letras, de sus poemas, surgió la inspiración para escribir estas palabras:

Dead man' soul

No habrá días de furia que engalanen las portadas
de los medios que secuestran nuestras almas;
no habrá puños en sí mismos encerrados
ni momentos obsoletos de gratuita desgracia.

No os ocultaré secretos disfrazados de mentira,
no habrá estragos, ni estallidos,
de mi vieja amiga rabia.

No habrá dientes machacados,
ni dolor ajeno involucrado
por la cruel envidia malsana
a ese momento anunciado
desde el día de mi llegada.

No habrá nudos en la garganta,
ni sospechas desveladas,
ni siquiera habrá un canto,
ni fanfarria,
ni ese fastidioso sueño al que acusan,
eufemistas, de ser “heraldo de la ruin mañana”.

Me marcharé, sin más, en silencio.
Envuelto en las sombras de las que tejí mi capa.
Con la firmeza de un dedo que la evidencia señala.
Se extinguirá, así, mi existencia,
en el florecer honesto de una orquídea encarnada.
Polvo al polvo, y a la tierra.
Metamorfosis: de una vida, a nada.

Cuando me marche no habrá grandes aspavientos
ni huellas en la arena de mis playas.
No habrá firmas, ni estrellato,
ni coloquios disfrazados de indescifrables formatos
en los que todo lo malo es bueno, y todo lo bueno...
Fue malo.
No habrá estrellas artesanas, ni prodigios,
ni mares crecidas, Abenámar.
Tan sólo habrá silencio.
Y un suspiro
que al fin volará libre, 
por las calles de mis sueños.

Incumplidos.

Y eternos.


Rafa del Río