"El mar en calma refulge a la luz de la luna bajo nuestros pies como una balsa de agua parada en el tiempo, rota tan sólo por alguna ola diminuta en la distancia o el baile de un delfín que fácilmente podría ser un peligroso tiburón en la mente de un cineasta con exceso de manía persecutoria.
La luz frente a mí, oscila. Yo me limito a hablar.
–... Y aún así, seguimos siendo. Como meras formas de vida, como simples seres sensibles. Capaces de la más alta gesta y de la más terrible atrocidad, en cada uno solo de nosotros hay potencial para cambiar el mundo, para convertir el planeta en un lugar mejor o someterlo en la desgracia y el abandono. Somos héroes soñados y villanos imposibles, las dos cosas a un tiempo; no nos importa arrastrarnos por una simple migaja para luego alzarnos sobre las propias cenizas de nuestra pusilánime indignidad y renunciar con un gesto a riquezas y poder suficientes como para comprar un reino. Por amor matamos, y en nombre del amor morimos, pero a veces vendemos ese amor por una bolsa de sencillas monedas, lo maltratamos, lo exprimimos e incluso llegamos a aniquilarlo entre nuestras manos sangrientas de sed de venganza sin fin y, ya puestos, sin motivo demostrado.
<<Enfatizamos nuestro odio y nos regodeamos en nuestra rabia para luego, en tan sólo un instante, encontrar perdón en nuestros corazones para todo aquel que nos ofendió. Somos fuertes y pusilánimes a un tiempo,débiles y aguerridos, desleales y mentiroso, llenos de bondad y fieles hasta más allá de lo posible.
–Sois inconstantes.
–... Y aún así, seguimos siendo. Creadores de maravillas que se conservan hasta más allá de los siglos, destruimos nuestra propia obra regodeándonos como niños que echan agua a un hormiguero. Somos capaces de aferrarnos a la vida con uñas y dientes cuando todo está perdido, dando lo mejor de nosotros mismos cuando nos autoinflijimos la desgracia, para luego, en un segundo, dar un salto al vacío cansados de esa vida por la que hemos luchado tanto tiempo que ya hemos olvidado el porqué.
<<Vamos a la guerra, destruimos lo que más amamos, y luego dedicamos nuestro tiempo a reconstruir esos mismos barrios que vimos caer entre carcajadas impunes. Abrazamos al hermano que matamos y lloramos con las lágrimas de su familia, que es la nuestra. Nos sentimos ofendidos por las mismas palabras que, sin darnos cuenta, dedicamos contra nosotros. Y cuando más perdidos estamos, cuanto más nos engañamos por perder el camino, más nos encontramos a nosotros en el fondo de lo que realmente importa, que no es más que nada, y menos que nada, cero.
–No sabéis lo que buscáis.
–... Y aún así seguimos siendo. Disfrazamos a los animales en los cuentos, de personajes amados que buscan en su propia existencia cómo enseñarnos a sobrevivirnos a nosotros mismos; animales que luego tendemos en nuestra mesa y de los que alimentamos a ese mismo hijo cuyas paredes pintamos de cerditos con pantalones y conejos con sombrero de copa y reloj apresurado. Maltratamos y denigramos la creación que nos dio vida para luego rendir esa vida a la creación ocupándonos de cada uno de sus pormenores. Sufrimos enfermedades que nuestra propia maldad crea, curamos esas enfermedades con vacunas que regalamos a costa de sufrimiento y por las que luchamos hasta la muerte por preservar.
-Inútiles...
-... Y aún así, seguimos siendo. Nos enfrentamos a ese Dios en el que la razón nos impide creer para luego arrodillarnos ante su presencia, aunque quizá sea inventada. Negamos la vida futura mientras tratamos de ganar puntos para ella. Incapaces para la fe, creemos con todas nuestras fuerzas, rezamos a unos oídos que tememos que ni siquiera existen y contactamos con lo insondable. Somos seres materiales que no creen más que a sus propios sentidos, pero luego ocultamos la cabeza bajo las mantas cuando las sombras nos acercan a ese otro mundo de cuya existencia somos plenamente conscientes, aunque la luz del sol nos borre el recuerdo y, llevados de nuevo por esta razón incompetente, nuestra fe se vuelve duda, nuestra credulidad convencimiento, y nuestra espiritualidad se torna orgullosa y material pose que se desprende de todos esos sudores que en pleno día se trasfiguran en superstición marchita. Somos, a fin de cuentas, seres humanos.
–¿Y?
–No somos el tipo de enemigo que querrías tener en frente.
La luz se ríe.
–Sois inconstantes y mentirosos, incapaces y embusteros. Destruis vuestra propia especie sin temor alguno y acabáis con los recursos sin capacidad por ver el mañana.
–Cierto.
–Y aún así te atreves a amenazarnos. ¿Por qué deberíamos temeros?
Sonrío.
–Porque aún así, a pesar de todo, seguimos siendo.
La luz parece meditar mis palabras, finalmente parpadea, perdiendo intensidad en medio del océano sobre el que ambos conversamos.
La miro con una ceja enarcada.
–¿Y bien?
La luz parece reticente a contestar, pero finalmente lo hace.
–Hemos detenido la invasión.
No puedo evitar una sonrisa victoriosa.
–¿Por qué?
Demasiado orgulloso. La luz desaparece y me deja a solas sobre ese mar en calma, sobre ese océano infinito en el que se encuentran todas las respuestas que necesito.
Sonrío. Me siento más joven y vivo de lo que me he sentido en mucho tiempo. Y sí, me refiero a MUCHO tiempo. Con un parpadeo vuelvo a casa, o a lo más cercano que tengo a una casa propiamente dicha. No pierdo tiempo en llamar a la puerta y me presento, sin más, en la sala de copas. Pedro me mira escandalizado y menea la cabeza, no sin cierta censura.
-Nunca entenderé porque no da más publicidad a estas cosas -me confiesa-. Si el mundo lo supiera, su fe...
Hago un gesto con la mano, como quitándole la importancia.
–Bobadas, no valdría para nada
–¿Y eso?
Medito un rato y me encojo de hombros mientras mi amigo me tiende un mojito con doble hierbabuena y un poquito más de ron de lo aconsejado.
–¿Sabes? A veces creo que el problema fue crearos a mi imagen y semejanza, porque a veces no Me entiendo ni Yo mismo.
Pedro me mira con una ceja levantada desde detrás de la barra.
–Y a esos... a esas luces... ¿Quién los creó, Maestro?
No puedo evitar una sonrisa.
–¿Ya estamos otra vez? Coñe, Pedro, creí que habíamos terminado ya con las dichosas preguntitas...
Y como esa es una gran verdad, o mejor dicho, una Verdad en mayúsculas, decido perderme en el fondo de mi vaso de mojito mientras de lejos, como el rumor de las olas, escucho y disfruto de la belleza del concierto orquestado por los pensamientos que piensa la complejidad de seres de mi complejo universo".
Dedicado con mucho cariño a Rebeca.
Porque a veces hay mucho más de lo que puede verse a simple vista.
Un abrazo y buen sabadete a todos!!
Y tu eres especialista en llevarnos a esos detalles que a simple vista no se ven, insuflarles un soplo de imaginación y tenernos embobaícos frente a la pantalla, imaginando otros mundos. Mundos mutantes, que cambian, gracias a tus palabras.
ResponderEliminar¿Se nota que me ha encantado, o quieres que te lo diga? ;)
Un besazo, Rafa!
Muchisimas gracias por este detallazo Rafa!!Eres increible!!
ResponderEliminarSiempre he pensado que los sueños son lo único que me hacen seguir adelante junto al amor.
Puede que sea demasiado sensible, puede que sea demasiado imaginativa, demasiado soñadora...pero con 25 años la vida me ha demostrado que a veces con tan sólo soñar, se hace más llevadera.
Dicen que no es grande el que más ocupa, sino el que más vació deja cuando se va, y yo sé que quien se ha ido era muy MUY GRANDE.
Y como dijo H.P.Lovecraft: "Que no está muerto lo que yace eternamente, y con los eones extraños incluso la muerte puede morir", las personas sólo mueren cuando se las olvida...
Y yo a mi padre no le voy a olvidar nunca, él siempre va a estar conmigo, detrás de una rosa, de una estrella roja, detrás de su nombre...
detrás de mis ojos del mismo color que los suyos, en mi sangre, y en todos los rincones de mi corazón y de mi alma...
Y le encontraré en los sueños, en mi prosa, dónde me haga falta, pero sé que nunca le olvidaré, y que mientras yo viva, él vivirá...porque yo me encargaré de ello!!
Un abrazo muy grande para ti y para la familia!!
Rebeca.
Jooooder. La verdad es que ha estado genial. No te voy a engañar, pero la primera vez no nos hemos enterado de nada (Escribo yo (Rodri), pero hablo en mi nombre y en el de Silvia). Lo que no acabamos de entender es qué son esas luces invasoras y por qué Dios, tan omnipontente que supuestamente es, realiza el discurso (que está genial) como "convenciendo" a las luces para que se piren.
ResponderEliminarTe pido perdón por ser tan directo, está jodidamente increible y nos gustaría entenderlo en su totalidad xD
Un abrazo enorme para Eva y para ti. Y sigue haciendo estos pedazo de relatos, por que talento tienes de sobra.
Silvia y Rodri.
Endeluego, el relato tendría que venir con anexo explicativo :P. Lo que sí me ha quedado claro es que somos terriblemente contradictorios... Estoy de acuerdo, en particular con el párrafo de la fe. Y anda que, ¡solo tú tienes narices de encasquetarle un mojito a dios xDD!
ResponderEliminarEste relatillo me ha sorprendido gratamente :D, me encanta lo de "–¿Sabes? A veces creo que el problema fue crearos a mi imagen y semejanza, porque a veces no Me entiendo ni Yo mismo."
ResponderEliminarCada día me doy más cuenta de que siempre nos dejamos cosas en el tintero y es que siempre tengo cosas que contarte aunque sean tonterías (la mermelada está de p*** madre). :)
Como se agradecen estos relatillos para las tardes de calor. Son preciosos. Besotes
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