sábado, 7 de mayo de 2011

Noche de perros, finde de gatos.

Creo que, para rendir homenaje al espíritu del blog, a partir de ahora voy a darle una forma un poquito más literaria al texto, que siempre lo hará más ameno.
Pues al lío...

 (Basado en hechos reales)

  El viernes fue... diferente. Chihiro llevaba dos días en celo, la casa se me seguía cayendo encima por aquello de la limpieza y, para colmo, la gata había descubierto una nueva forma de escapar de casa a través del albaricoquero: Subiendo a la tapia y pasando de chalet en chalet como quien hace zapping una noche de sábado en pleno agosto. Por si esto fuera poco, mis padres estaban a punto de llegar, y la relación de mi madre con los gatos nunca ha sido envidiable precisamente, a menos que seas una de esas personas que envidia los males ajenos, que de todo hay en este mundo.

   Temeroso de perder al gato en una de sus correrías y decidido a cortar el problema de raiz, me dispuse a llamar a las clínicas veterinarias de la zona en busca de una solución.
Ja.
Poco podía imaginarme que iba a ser protagonista de una nueva versión del cuento de los tres ositos.
Así, sin ricitos de oro ni lazo rojo en el pelo pero con un cigarrillo doblado en la boca y olor a limpiamuebles en las manos, descolgué el teléfono.
-Sí, la cirugía de esterilización es mera rutina -me dijo la primera veterinaria, a la que llamaremos mamá osa-. Aunque al tener su gata siete años antes tendríamos que hacerle unas cuantas pruebas, ingresarla un par de días, hacerle placas, escáner, análisis...
-¿Y pasarle el antivirus? -pregunté, un poco escandalizado- ¿por si las moscas?
-¿Perdón?
-Nada, nada, que ya la llamaremos... si eso.

Pasé a la segunda llamada, al que llamaeremos el veterinario papá oso.
-Claro, hombre, claro -me dijo papá oso muy ufano-, sin problemas, si eso me traes al gato...
-Es una gata.
-Lo que sea, y le damos un corte y listos.
-Es una gata...
-Pues eso.
-Uhm... ¿y hay que hospitalizarla o algo?
-Nada, nada, en cuanto acabemos esperas a que se despierte o te la llevas en la jaula.
-¿En la jaula? Y yo que pensaba volver a casa cabalgando sobre su lomo -suspiré imaginándomelo con una pistola de silicona y gritando "¿a quién hay que cerrarle la almeja, a ella?" y yo, despavorido: "No, no, ¡A mi mujer no! Al gato, hombre, al gato". Con un escalofrío añadí:- Ya le llamaremos... si eso.

Y llegamos a la tercera llamada, la del osito.
-Sí, bueno, la cirugía se practica a las nueve, dejamos a la gata en observación con un suerillo para que se recupere y a eso de las cinco o siete  pasa usted a recogerla.
Me sorprendió su respuesta.
-¿Y ya está? ¿Así de razonable? ¿Seguro que no olvida algo raro?
-¿Perdón?
-Pues que si tuviera que elegir, me comería su sopa... Pues nada, el lunes le llevamos al gato, muchas gracias.
Me despedí muy tranquilo y satisfecho, y así quedó la cosa.
Todo estupendo.
Ja.
Hasta la noche, claro.

  Patry llegó a casa a eso de las siete de la tarde, justo a tiempo de pillarme con dos copas en el cuerpo y navegando en calzoncillos a bordo de un yate. Eso sí, que nadie se asuste, no era yo quien navegaba en calzoncillos sino el prota de un videojuego (no me miréis así, después de salvar al imperio de Antaloor con armadura pesada, el pobre héroe se merecía un crucerito en gayumbos, aunque sólo fuera por aquello de airearse). Eva miraba al patio, preocupada porque Chihiro no aparecía por ningún lado, y Patry se sumó a la búsqueda, a la que me terminé integreando porque hasta yo tengo un límite a las horas que puedo pasar con un mando de xbox en la mano y navegando en calzoncillos. Además, la conversación con Shei duró menos de una hora, así que tenía tiempo que perder cazando gatos, aunque fueran míos.

 Este no tiene miedo de que se le escape el gato.
Basta con que la puerta de su casa 
sea discretamente más estrecha que el Arco del Triunfo.

   Rodri y Silvya llegaron a las doce y media. Y no, el gato seguía sin aparecer. De nada había valido dar la vuelta a la manzana con un sobre de pollo y cordero con zanahorias en la mano ( Bueno, sí, valió para que una vecina cerrara todas las persianas de su casa a mi paso por la calle, pero eso es un mal común: Los primeros meses en la casa nueva la poli me seguía hasta la puerta de mi casa, y las señoras agarraban el bolso como si les fuera la vida en ello. Snif snif, con lo majo que soy...).  A eso de la una empezamos a escuchar maullidos descontrolados y chillidos de rabia, lo que viene siendo el equivalente gatuno a "Hola nena, eres muy guapa, ¿me das tu twentty?". Así que desistí de volver a ver a Chihiro con vida, me puse un vaso de ron por los viejos tiempos, me lo zampé de un trago y entré a terminar de responder blogs mientras Eva, Rodri, Patry y Silvya escuchaban la melodía de seducción digna de una peli europea de las guarras.
 Al rato el supergrupo volvió, así que salí al patio para encender la luz y, oh, sorpresas, Chihiro apareció al trote por la tapia
¡Albricias!
...Con el gato de Paco detrás.
No voy a perder tiempo explicando quién es Paco, baste decir que es un tío que nos hizo perder cuatro meses el año pasado en el negocio de comprarle su casa y que, en el último momento, por causas del destino, se echó para atrás.
  El caso es que ahí estaba mi pobre Chihiro, maullando desesperada, mirándome angustiada y soltando zarpazos a su pretendiente, y el gato, sin dejar de maullar "miaumewmaumiaumiau", que no se callaba ni debajo del agua, el puñetero, persiguiendo a mi pobre mascota.
  Estupendo, pensé, Paco me hace perder cuatro meses en la compra de una casa fantasma y su gato intenta violar a mi pobre Chihiro ¿Qué es lo siguiente? ¿Que la mujer me robe la termomix que no tengo? ¿Que el niño venga a cagar con sus amiguitos al baño? De coña.

  Y así, llevado por el frenesí del momento, con sobredosis de pelis de Charles Bronson y un cabreo del demonio, no dudé en coger un albaricoque verde del suelo y retar al felino macho:
-Tengo un albaricoque y no me da miedo utilizarlo -sí, sé que lo dije. Puede que también hiciera comparaciones de tamaño, aunque no me bajé los pantalones ni nada. No me miréis así, esto era un duelo de machos alfas: testosterona, ron y un albaricoque. Los elementos más típicos en toda tragedia griega.
El gato me miró y se lamió la pata delantera, el equivalente a "estoy a tres metros del suelo sobre una tapia y tú estás mu lejos, así que déjate de chorradas, calvo".  Y sí, tenía razón, ya que el albaricoque cayó como a medio metro del gato gracias a mi magnífica puntería y a mi pulso de Tom Cruise en Cocktail.
-¡Subite a la escalera! -me animó Danny en argentino, el muy salao,  que acababa de llegar y estaba disfrutando a lo grande de la situación.
Me subí a la escalera y el maldito gatodepaco se tumbó para alejarse de mi pésima puntería. Como si hiciera falta...
-¡Con la escoba! -me sopló Rodri demostrando que yo ya llevaba demasiados vasosencima, porque a mí no se me estaba ocurriendo ni una.
Y me tendió la escoba, que tuve que coger con el codo, porque a este paso, entre el cigarro, el vaso, la escoba y el asita de la escalera, ya hacía un rato que me había quedado sin manos.
Así la escoba y la acerqué, amenazador pero sin fuerza, al gato de Paco, que se ve que está acostumbrado a estas cosas, pues en cuanto la vió salió por patas.

Y este habría sido el fin, un final feliz en el que Chihiro baja al suelo y vuelve con nosotros, de no ser porque, la muy puñetera, haciendo honor a su naturaleza gatuna, salió por patas detrás del gatodePaco, y al rato nos dio un espectáculo para adultos sobre la tapia, ante mi mirada atónita de padre herido y el cachondeo generalizado de estos, que no era para menos.
  Finalmente mis amigos se fueron, Chihiro bajó lo suficiente para arañarme y demostrar que no quería entrar en casa, y yo me quedé un poco jodido. Vale, sí, duele un poco. Normal, ¿no? Pero ya eran las seis y teníamos sueños, así que dejamos que el gato durmiera fuera y subimos al dormitorio... hasta las nueve, que empezó a llover y, tonto que es uno, le abrí la puerta del jardín a mi gata mancillada (yyo que tenía grandes planes para ella) porque en el fondo uno es más tierno que la musiquita de Frijolito y quería que entrara a descansar.
  Ahora, después de todo el día con su noviete, ha estallado una tormenta y la puñetera está aquí, mirándome desde el regazo de Eva y prometiéndome con su guiño cómplice que se parece terriblemente al de la china de la entrada de anteayer, que si no fue ayer será otra, pero que en breve habrá gatitos, sí o sí.
Y bueno, me alegro por ella.
Menos mal que hay sitio en casa, porque me siento como ese actor al que tanto odio, Steeve Martin, en la peor película del mundo: El padre de la novia.
Y ahora creo que me voy a despedir porque... sí. Vaya. Parece que me ha metido algo en el ojo.
 Snif, snif.
Mi pequeña ya se ha hecho mayor.

Un fuerte abrazo y pasad una estupenda noche de sabado ;)

12 comentarios:

  1. Ains que vas a ser abuelo!!! jajaja O no! Yo tenía la teoría de que mi Lorca era como el Jackson (asesuarl, no pedófila, vamos a ser bien pensados) porque se dejaba "mariconear" por los machos, pero cuando iban al tema, la perra, echa una fiera oye.
    Por tanto, la dejaba corretear por el pueblo a sus anchas cuando estaba en celo como cuando no.
    Un buen día, preñá hasta las cejas de la chica estaba yo limpiando el bajo de mi casa cuando oido la misma melodía de peli guarra pero en canino. Y yo, tan tranquila "dos perretes haciendo guarreridas" y sigo con el mocho. A esto que, cuando estoy a punto de acabar me acuerdo de que la mía está en la calle Y MÁS CALIENTE QUE LA PINA'UN INDIO...mierda!!
    Salgo corriendo con el barrigón, demasiado tarde! Habemus preñatus doble!! jajaja
    ...pues no. Cuando ya me había hecho la idea de que estaría amamantando a la vez que mi mascota, resulta que no...debe ser estéril (o el perrillo que la pilló)! jajaja No me frustró, claro, porque teniendo en cuenta lo fea que es la joía (dicho con todo el cariño del mundo, pero es que es fea) y lo horroroso que era el otro (¿en este pueblo no hay ni un perro bonito?)...a saber la camada de engendros de Gremlims (amorosísimos, eso sí) con que nos habríamos juntado jajaja
    BESOS a tí, a Eva y a la nueva mami ;)

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  2. Viva mi echa sin hache jajaja Si ya me lo decía la de lengua, ya!!

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  3. Por eso capamos a Ariën (el hecho de que no parase de maullar y de marcar las esquinas de la casa también ayudó en la decisión).
    Si es que los gatos se hacen mayores muy rápido, snif.

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  4. Estupenda crónica del día.Me ha encantado el texto, y como casi siempre que te leo, no he parado de reír.
    "Le abrí la puerta del jardín a mi gata mancillada (y yo que tenía grandes planes para ella) porque en el fondo uno es más tierno que la musiquita de Frijolito quería que entrara a descansar", ha sido la ostia!!(se puede decir ostia no?)

    Buen finde para los dos, y la gatita, espero que sea más pequeña que la de la foto!jajja!

    Un abrazo,

    Rebeca.

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  5. Jo, ayer comenté pero al parecer no se ha publicado :(. Será porque incluía la palabra "fornicio"? Bueno, tampoco era tan importante. Feliz-lo-que-queda-de-finde :) Anna

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  6. En el padre de la novia 2 no fornican ante Steve Martin... por lo menos en la versión que yo vi. Miralo por la parte buena, en os dias de lluvia siempre podras sentar a los gaticos en tu regazo y explicarles lo so golfa que era su madre... bueno, quizá no con esas palabras, siempre puedes decirles que su madre era una gata de la aristocracia y su padre un gatico callejero adicto al Jazz... y volverlo una peli de Disney.

    Felicidades yayo! Besotes

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  7. XD lo que me he reído (aunque no tanto como con la china), la verdad es que sin quererlo ya te dije que te habías convertido en el padre de una adolescente (un poco fresca eso sí xD).

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  8. Hola. He encontrado tu blog por casualidad....y me ha gustado. El relato está estupendo, es fresco, dinámico.Te felicito sinceramente.Me gustan los gatos. He tenido muchísimos y me identifiqué con lo que narras en el texto. Mil éxitos en todo. Un saludo desde Venezuela. Mel.

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  9. De película, no pude dejar de reír tío.
    Como me gustaría saber la historia de la venta de Paco!!!!, curiosidad mal sana.
    Saludos Carlo.

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  10. Rafa, que no tengo blog.
    Lo mio es una mano de vez en cuando a las chicas, una de ellas Ying es además mi cuñada, es la hermana de mi pareja.
    Saludos y gracias por el comentario tan acertado.

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  11. Por dios que bueno!!!! lo que me he reido xDDDDDDDDDD pobriño, que la gata se te ha hecho mayor!!! ains, que dura es la vida xdD

    bss

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  12. Enhorabuena por el premio que te ha dado Sonia, estoy con ella respecto al rosa.
    Tengo la mismísima curiosidad malsana que Carlo, pero tu ya sabes que el género femenino lo tiene más engrandecido, evidentemente me encantaría que te animaras para instruirnos en el hecho. Mixta

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