lunes, 2 de mayo de 2011

Otro relatillo: Colt 45

 Es un poco mangui, pero ando cortillo de tiempo, el final me hace gracia y, bueno... Espero que os guste.
 Pooor cierto, Anna, prometo subir el lomo a la sal el miércoles a más tardar. Es que quiero probar una genialidad... Ya os contaré.

Colt 45

 

  Joder... Me... me muero –lo dijo a media voz, cansado, como si yo no lo supiera, como si yo no fuera la culpable de los diecisiete gramos de plomo que habían atravesado su pulmón izquierdo dejando un clavel sangrante en el pecho y un muñón retorcido y pulsante en su espalda.
No pude menos que sonreír, algo estúpida, lo sé, y dejé caer el colt 45 sobre la alfombra del salón. No era el arma que yo habría elegido para este tipo de trabajo, demasiado grande para mis delgados brazos. Aún me dolían los hombros y el pecho allí donde el retroceso había descargado su furia. Mañana iba a tener agujetas, aunque claro, podría ser peor. Lo miré a los ojos. El pistolón hizo un ruido sordo al caer sobre los casi dos kilos y medios de alfombra persa de doscientos cincuenta hilos por centímetro cuadrado.
¿Por qué? –me preguntó.
Me arrepentí al momento de haberle disparado en el pecho en vez de haberle saltado la tapa de los sesos. ¿Es que no pensaba callarse nunca? Estuve tentada de recoger el revólver y volver a disparar para acabar con el chapurreo incansable y cansino de sus preguntas, pero los brazos me dolían demasiado. Opté por el cinismo como mejor respuesta.
¿Por qué? –me burlé– Una bala de 250 granos acaba de atravesarte el pecho de lado a lado, cariño –le expliqué con paciencia–. Supongo que será por insuficiencia respiratoria. Aunque puede que te haya alcanzado en la aorta. En ese caso será desangrado.
Pero no era esa la respuesta que él esperaba, los dos lo sabíamos, igual que sabíamos que no iba a dejarlo pasar, así que de nava valía que me hiciera la sueca.
¿Por qué... lo has hecho? –Precisó.
Mientras hablaba, la sangre que gorgoteaba entre sus labios explotó hinchándose en fascinantes burbujas. Me quedé mirándolas un rato, anonadada, ajena a todo aquello que no fuera el hincharse y explotar de esos rojizos globos aerostáticos
¿Uhm? –musité, demasiado maravillada por el espectáculo como para hacerle caso.
Siempre te fui fiel –siseó a duras penas–. Si… siempre… te amé.
Ahí estaba, la maldita baza sistemática del siempre te amé. Como si la jodida frasecita significara algo, por no hablar de su concepto del amor… una obsesión en el mejor de los casos, y bastante insana, además. ¡Argh! Me entraron ganas de darle una patada, de decirle lo que yo pensaba de su idea del amor, pero una vez más, se negó a escucharme:
Ya estaba muerto.
Se había muerto en el peor momento, capaz de abandonar la vida con tal de no escucharme, el muy bastardo, así que hube de guardarme mis pensamientos para mí. Total, de todas formas nunca había sido especialmente bueno escuchando. Tal vez eso explicaba por qué se había empeñado en comprar el colt 45 a pesar de mis protestas contrarias a las armas, tal vez eso explicaba por qué veía el fútbol todos los domingos y por qué, maldito sea incluso en la muerte, se dejaba siempre abierta la jodida tapa del puñetero váter.


(c) Rafa del Río 2o11


 

5 comentarios:

  1. Hay muchas maneras de matar a una persona.Esta es una de ellas.No creo en la justicia divina, y aunque haya personas que quizá se lo merezcan, nadie tiene el derecho de arrebatarle la vida a nadie, es lo que mucha gente aún no entiende.
    Fragmento cortito, pero directo, me ha gustado.;-)

    Respecto a mi entrada, decirte, que el tiempo pasa, y las personas deben evolucionar, que hay muchas maneras de hacer la revolución, de sentir la sangre y de luchar, y la mejor forma de todas ellas es utilizar la palabra.

    En pleno siglo XXI, no debería de existir otra forma.

    Esa es mi manera de mostrar que puede haber revoluciones, cambios, mejoras, al fin y al cabo es lo que llevo en mi sangre, las consecuencias por hablar y aspirar a un mundo mejor, silenciadas a base de pólvora, y a base de cárcel y palizas.

    Por ello, aunque otros olviden, yo no me puedo permitir ese lujo, ni tampoco quiero permitírmele!!;-)

    La palabra, es lo que debe prevalecer, junto con el respeto y la inviolabilidad de los derechos de cada persona.Para no cometer viejos errores.

    ResponderEliminar
  2. jajaja Menudo cabrón, morirse sin darle a la chica las explicaciones justo en ese momento!
    Me ha encantado el sarcasmo (porque esto es más que ironía) y la capacidad descriptiva del relato (reconozco que el momento gorgoteo ha actuado sobre mi merienda, pero las lecturas debe producir sensaciones, lo asumo jajaja).
    Tu dirás lo que quieras, pero de mangui nada. Lo breve exige una capacidad de elaboración y análisis antes de acabarlo de esta forma que tiene mérito del gordo.
    Ya nos contarás ese lomazo, que al manolo así le encanta (¿lo has probado al ajo con especias? mmm!)
    BESOS!

    ResponderEliminar
  3. Al fin un moribundo que se muere diciendo "joder"!! Siempre he pensado que eso es lo que diré yo (ehh, sí, a veces pienso en esas cosas xD). Me chirría un poco el clavel y hay un par de faltas de picaje (se me ha escapado la risa con la bala hecha de granos y la tía, que es una nava.. xDD), pero por lo demás, me ha gustado mucho ^^, sobre todo la primera respuesta de ella y esta frase "Se había muerto en el peor momento, capaz de abandonar la vida con tal de no escucharme, el muy bastardo" :D.
    Espero con ganas ese lomo (y que me perdone tu parienta XD), a ver si te sale esa genialidad :D!
    Anna

    ResponderEliminar
  4. Si ahces una pregunta ¡Al menos escúchala! La chica no es que estuviera muy bien de la cabeza, pero vamos que él no estaba en posición de decir lo que dijo... Si es que... Habría que escuchar toda la historia. Supongo que si es por no hacer caso, mi madre ya nos habría matado a todos hace ya tiempo, y qué narices, o a Aarón, que es muy olvidadizo con todo xD

    ResponderEliminar
  5. Como decian en la Princesa prometida "la vida no es justa, quién ha dicho que la vida sea justa?". Pero todo el mundo tiene derecho a ser escuchado. Besotes

    ResponderEliminar