martes, 19 de julio de 2011

Una de mar y otra de arena

“Te despiertas temprano, el día te sabe a tierra y humedad, a rocío de albaricoques e hibiscos, a cloro de piscina y a ese aroma tan verde, como de seto, que se puede respirar en todos los residenciales de interior.
Limpias la casa con una sonrisa, con especial atención a los rincones pues incluso tan sólo cuatro días dan para mucho cuando las arañas hacen su agosto –aunque sólo sea julio– a la hora de tejer sus finos hilos al infinito. La comida te sabe a un poco que se convierte en mucho en el taxi.
Maletas, aviso a los vecinos, ruidos... 
Y hasta luego.
Hasta luego para sentarte al tren, o en el tren, o en ese asiento de segunda, algo sucio y aún ajado por el viajero anterior. Te sabes incapaz de prestar atención a la película que se emite en la distancia, más atento a los ronquidos y las frases a medias, a las chicas de interior que empiezan la fiesta en el tren –ay, el Puerto...– soñando a golpe de cubata con un gaditano morenazo y algo gitano, con colgantes de coral y coco, pendientes de madera y tintos de verano y mojitos al anochecer en la orilla.
Verano...
Poco a poco somos víctimas de un cambio imperceptible en el ambiente al cruzar Despeñaperros: Una súbita levedad en la presión, una atmósfera distinta de calor, una coloración nueva del cielo, ese algo indescifrable y distinto que dejaron los omeya antes de partir de vuelta a la patria.
Al Andalus... 
Y pasamos por Córdoba y Sevilla, por Dos hermanas, Jerez, el Puerto...
Y una voz, el heraldo que siempre canta aunque nadie haya en el vagón, se parafrasea a sí misma una y otra vez en el tiempo:
–Ya se ve Cádiz. 


Es entonces cuando sabes que vuelves al hogar, tal vez ya no tu hogar, pero sí ese hogar de la juventud, esa vista del parque desde la casa de tus padres, el mismo parque en el que los primeros besos y las primeras riñas fueron todo lo que necesitaste para convertirte en lo que ahora eres. 


Sabes que ha llegado el momento de abrazar la arena con las manos, con los ojos abiertos entre las brumas saladas del mar, hinchados los pulmones con la alegría de un aire que huele a algas y a verano, a vacaciones y a vida. Sabes que luego llegará el descanso, la noche con sus copas y sus sorpresas Esos recuerdos, a veces dulces y a veces amargos; esa brisa de estrellas que te embriaga aún más que la copa que sostienes mientras miras retador a las olas oscuras cuya presencia delata las blancas crestas de una espuma tan antigua como el amor. Sabes que luego vendrá la ternura, las conversaciones en familia, los paseos con la sobrina, los juegos con su primastro en la playa, la visión de unos padres que ahora abrazas con más fuerza, como si tuvieras miedo a perderlos...


Y con todo esto, como no podía ser menos, viene la inspiración. Una inspiración no exenta de tristeza, manchada por esos días en los que el mundo apenas te dejaba respirar, una inspiración que gusta y duele a partes iguales, como ha de ser, pues no puede existir genio sin tortura y sólo de los errores nacen las mejores decisiones. Sabes que la cabeza te funcionará a mil, que la mirada se perderá encontrado las piezas que le faltan a esa clave que ronda en tu cabeza. Sabes que todo funcionará como debe ser.
...
Porque alguien acaba de decirlo:


Ya se ve Cádiz”.

     Y lo dicho, ya estoy de vuelta. He encontrado más de lo que necesitaba y encima hemos disfrutado unas vacaciones que bien falta que nos hacían. Reconozco que tal vez el texto me haya quedado un poco demasiado poético, pero qué queréis, hoy estoy un poco tontorrón: Este fin de semana recibimos la visita de unas personas muy especiales y ahora me siento como el protagonista de ese clásico adagio que reza que son mejores las pesadillas que los dulces sueños, pues así el despertar no resulta tan doloroso.
Han sido unos días geniales en Cádiz y un finde tan bonito en Ciudad Real con ellos que, ahora que el martes finalmente me ha despertado, sé que les echaré de menos. 

Un abrazo a todos y buen inicio de semana!!

Y tú ya sabes, Shei... ya estáis tardando en volver, niña ^_~




9 comentarios:

  1. Madre mía...con la foto abrazando a la peque se me ha puesto la piel de gallina y una lagrimilla ha asomado...Bienvenido de nuevo!!!

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  2. Me ha encantado el texto, sobre todo cuando dice "esa brisa de estrellas que te embriaga aún más que la copa que sostienes mientras miras retador a las olas oscuras cuya presencia delata las blancas crestas de una espuma tan antigua como el amor."Eso me ha llegado jodío!!

    Me alegro de que lo hayáis disfrutado!!y de los reencuentros, y los viejos recuerdos...Al fin y al cabo lo que hemos sido en el pasado a veces es nuestra manera de seguir siendo lo que queremos ser en el presente...

    Un abrazo muy grande para ti y para la familia!!

    Rebeca.

    P.D. No dejes nunca de abrazar a tus padres, porque llegará un día en el que esos abrazos sean lo que más necesites, y para darlos solo podrás cerrar los ojos e imaginarlo...y créeme duele demasiado...

    Así que abrázalos siempre que puedas, tan fuerte hasta que vuestras respiraciones se entrecorten, entonces os separáis, respiráis hondo y volver a abrazaros, así un montón de veces...(Hazlo por mí) ;-)

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  3. Por cierto...

    A cuál de estos libros de Lukiánenko te refieres??
    -Guardianes de la Noche
    -Guardianes del Día
    -Guardianes del Crepúsculo
    -Los ultimos Guardianes

    Quizá busque por ahi a ver si encuentro algo de él...para saber qué debo buscar!!!;-)

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  4. ¡Me encanta la foto de la sobrina! Es tan genial >.< y tan mona la jodía. La verdad es que tu viaje en tren queda súper poético (sobre todo comparándolo con el viaje de Aarón y yo en autobús) xD.
    A ver si puedo escribir algo guay sobre estos días y no sólo cuatro palabras aquí.
    Simplemente muchísimas gracias por todo.

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  5. De demasiado poético nada, niño: la tierra nuestra no se merece menos. Encogío tengo el pecho, a mi me entra lo más grande cuando cruzamos el puente carranza, y abro todas las ventanas para emborracharme con el aire de la bahía. Un besazo y bienvenido.

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  6. Ya lo digo yo que tengo que visitar Cádiz!!

    ;)

    Saludos desde una trinchera en reformas!

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  7. Que bonito Rafa... no hay nada como volver a la tierra de su infancia... yo llevo 8 años sin pisar aquella infancia que dejé lejos... mucho mas lejos que tu Cadiz! Precioso y gracias por compartirlo con nosotros. un abrazote.

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  8. La vista desde la ventana me recuerda a la vista desde la ventana de la casa del pueblo de mi madre. Me encanta tu sobri, la infancia es un recuerdo que siempre devuelve sonrisas. Espero que estos dias los hayas disfrutado mucho. Besotes

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  9. Rafa! Me alegro que la novela haya avanzado, y que estés un poco melancólico significa que han sido días muy buenos, así que...
    Estarás deseando hacerte fotos con la gambita como la del post eh????? que te hemos pillado :P
    Oie, ya me contarás mejor lo de tu ex. marinera jajaja, que me has dejado con la intriga!
    besitos!!!
    http://eldiariodeshyris.blogspot.com/

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