lunes, 1 de abril de 2013

Yo no soy así.

Yo no soy así.




Antonio no era así. Nunca lo había sido. O al menos eso habría jurado su querida y religiosa familia. Sin embargo no podía negarlo, no a sí mismo. Al fin y al cabo estaba ahí, ¿o no?: Desnudo, de rodillas, sudoroso y a punto de meterse en la boca... "eso".
Qué ridículo, ni siquiera ahora era capaz de nombrarlo, estaba demasiado avergonzado para ello.
Él, que siempre había sido el más machote, el más conservador de su grupo... Rendido al fin a su naturaleza, haciendo aquello que se había prometido que jamás haría.
Pero de perdidos al río: Abrió la boca y tomó aire profundamente, como resignándose.
Al principio le sorprendió el tacto, duro y cálido. "De modo que es así como sabe". Se descubrió a sí mismo, atolondrado, azotando la punta con la lengua, llevado, tal vez, por los nervios de esta nueva situación.
De esta primera vez.
¿Qué demonios estaba haciendo?
Decidido al fin, dejó de lamer la punta del cañón y apretó el gatillo.

4 comentarios:

  1. O_O

    Sorprendida (para bien) me he quedado, ya te contaré mejor cuando hablamos ;)

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  2. jajaja De nuevo me has tenido en tensión hasta el final...me haces avanzar por las líneas ávida (del desenlace, claro! jajaja)
    BESOS!

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