miércoles, 27 de abril de 2011

Seguimos de relatos: Pain Rain

   Paso de comerme la bola con los fracasos, la verdad es que los relatos ganadores eran bastante buenos, y qué narices, esto viene bien para seguir escribiendo. Vaya desde aquí un enhorabuena a los ganadores y un "muchismas gracias" en manchego-gaditano a todos los que me habéis apoyado. De verdad, estas cosas hacen levantar cabeza en cero coma, sois la leche.

   La cosa es que precisamente ahora estoy ultimando novela para un concurso este sábado y voy cortismo de tiempo, así que os pego otro de los relatos con los que participé. El título orginal es Lluvia de sangre pero me parece más chulo este Pain Rain, aunque suene un poco a My Fair Lady y a ese In Spain rain in the plane... no espera, en el avión no... in the plain, quiero decir.
Un abrazo y gracias, espero que os guste.

Pain rain


Las gotas de agua martillean con furia sobre la calzada mugrienta, desdibujando en la oscuridad las confusas siluetas de los árboles y de los escasos paseantes que se atreven a salir en esta noche de perros. La lluvia lo desenfoca todo, como si quisiera, con su llanto, hacer un eco desgarrador de la tragedia que acabo de vivir: No todos los días asesinan brutalmente a tu familia. No todos los días te empapas en la sangre de tu mujer y tus hijos en busca de una respuesta. No todos los días te encuentras a ti mismo flotando entre las brumas de una locura que amenaza con arrastrarte al olvido.
Sin una nota.
Sin una advertencia.
Nada.
Sin un recuerdo caliente de los ecos felices de un “cariño, ya estoy en casa”, el llanto de un hijo que no quiere hacer los deberes, la mirada de reproche, y aún así cargada de amor, de una mujer cansada que quisiera volver a otros tiempos.
Vacío.
Ahora me parece que toda esa felicidad jamás existió, olvidados los cambios de pañales, las sonrisas cómplices y las promesas de futuro en una masacre estúpida que no sólo mata el cuerpo, sino también el alma, la esperanza y los sueños.
Esos sueños que ya no volveremos a compartir.
Jamás.
Condenado para siempre a una vida en blanco y negro, a una existencia en tonos de azul, mis pies logran arrancarme de mi piso cuando las sirenas de la policía y la ambulancia, ambas tan inútiles como una tirita mojada en el 11-S, entonan su letanía televisiva en la esquina de la calle. Es entonces cuando, partido y hueco, como una tibia reseca semienterrada al sol, huyo de mi propia vida en busca de esa maldita respuesta que se empeña en escurrírseme entre los dedos: ¿Quién?
Los neumáticos gastados de mi viejo coche pintan dos cicatrices en el agua de la lluvia cuando freno con un chirrido seco frente a la mansión. Siento una vieja familiaridad, casi agradable, al verme de nuevo entre los viejos muros de piedra. No creo que hayan sido mis viejos socios. ¿Acaso importa? Como canta ese viejo tango: Amigos, por algún lado tenía que empezar.
Vuelvo a salir unos minutos después. Mis manos hieden a sangre y pólvora. Una punzada me atraviesa el pecho, allí dónde solía tener el corazón, otra, sembrada de sangre, de cruza el lado derecho del rostro allí donde el viejo Lucca ha conseguido rozarme. Maldito bastardo pistolero, riegue el suelo mi sangre en tu memoria, por los viejos tiempos.
Seis veces más freno mi coche, y seis veces más se repite la escena, una vorágine caótica sacada de la mente soñadora de un director de cine negro, un titiritero moderno de películas de serie B. Lluvia de fuego y plomo, gritos, sangre, dolor… Antiguos aliados que mueren, nuevos enemigos que caen a mis pies. Todo es indiferente. No sabes lo duro que eres hasta que alguien rompe tus límites. Los viejos amigos son ahora no más que rostros vacíos en la mente de un asesino enloquecido. ¿Acaso importa?
   
Mi coche frena por última vez en el Sbarro‘s, junto al río Hudson. Entro en el restaurante y pido una ración de espagueti boloñesa y una trenza de pollo teriyaki. La cena escasa de ese primer día tras mi boda. Dejo un billete de veinte sobre el mostrador, cojo la bolsa de plástico y salgo a la calle. Jugueteo con la pistola en el interior del bolsillo de mi abrigo. Me arde en la mano, humeante aún por los tiroteos. Sólo rezo porque aún queden balas en la recámara.
Camino lentamente hacia el Hudson, con el tiempo justo para recordar. Celebro un funeral improvisado lanzando al río los condimentos de esta cena del pasado. Entierro vikingo sin barca ni fuego, sin lustre ni cuerpos. Sin honor. Veo hundirse los viejos tiempos en las aguas oscuras de la noche, y ahora sí, libre al fin de mis pecados, me dispongo a terminar el trabajo, a acabar con el último hijo de puta, el cabrón más grande de todos, el maldito bastardo que puso a mi familia en contacto con toda esa morralla.
Muerdo el cañón de mi pistola. Sabe a hollín y a metal. Un fuego abrasador me atraviesa el dedo índice cuando lo coloco sobre el gatillo, desollado y en carne viva por toda la acción de la noche, pero eso es lo de menos: Mañana será un día de fiesta en la ciudad ¿Cuánto durará la paz? Hasta el idiota más ingenuo sabe que siempre hay un pez payaso dispuesto a morder cuando los tiburones se han marchado de la charca.
Aprieto el gatillo.

PD prometo que la siguiente entrada será más cómica. Vuelvo a estar de un oscuro que tira de espaldas, argh!

8 comentarios:

  1. Está muy bien contado ^.^, pero no cuentas mucho. Claro que es un microrrelato y no da tiempo de mucho más, pero bueno, por hacer algo de crítica constructiva :). Me gustan mucho las imágenes que creas, y con lo descriptivo que es no me he aburrido ni un poquito. Eso sí, el límite con el tópico es delgado, y por ejemplo me parece mucho más acertado el "Pain Rain" que el "Lluvia de sangre". Me ha gustado; habrán ganado otros, pero ¡tú no puedes quejarte! Anna

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  2. Me ha gustado mucho, se queda un poco corto, pero como ya te han dicho por aquí arriba es normal siendo corto. Pero me ha dejado todo tonta. Me gusta mucho.
    A ver qué tal la temática más "happy".
    Ains.

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  3. Aqui estoy con mi café mañanero disfrutando de una historia de venganzas. Una historia de venganzas como tiene que ser: primero te entristece, te hace situarte en el lugar del vengador y comprenderlo para sentir después su ira, comprender su venganza y finalmente, asumir que su final no podía ser otro.
    Me ha encantado el desayuno ;)
    Un besazo!

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  4. Eres un crack. El messi de la escritura. Un abrazo.

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  5. Plas,plas,plas! me ha gustado mucho,corto pero intenso...quiero ver una muestra de humor porfiiiii!!!!

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  6. Me encanta esa mezcla de oscuridad y sangre.La sangre derramada por los distintos personajes a lo largo de su vida (lo que eran), que siendo la protagonista de la historia, se relega a un segundo plano para dejar su sitio a esa oscuridad que conlleva saber que somos sólo nosotros los responsables de nuestras decisiones, y que a veces esas decisiones nos hacen perder lo que más queremos.
    Nuestro conflicto interior de pensar si estamos haciendo las cosas bien, o si por el contrario deberíamos hacerlas de otra manera, sin olvidar que de nuestras decisones no dependemos únicamente nosotros, sino también la vida de los que nos rodean, y en consecuencia su felicidad.
    Me ha gustado mucho la historia, y la forma en la que la has redactado me ha encantado, pero sobre todo la parte del principio, lo de las gotas de agua que martillean, la lluvia que desenfoca con su llanto, la sangre que empapa...el primer párrafo vamos...;-) excelente!!Me ha impactado.
    Invita a seguir leyendo, y es lo que todo relato debo tener.

    Recibe un saludo Rafa!!

    Rebeca.

    P.D: Sigue adelante y no te desanimes nunca.
    Por cierto, gracias por tu comentario.Colores cambiados, no quiero que nadie se quede ciego al intentar leerme!!;-)Mejor así??

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  7. Muchas gracias, Anna, la verdad es que sí, se queda cortito, odio los concursos de relatos tan cortos (de los de treinta palabras ya ni hablamos). Y sí, es muy tópico pero precisamente por eso, porque al ser tan corto opté por tirar de elementos que todo el mundo conoce para así ahorrar espacio.

    Gracias Shei, sólo siento que el de los
    vampiros ya lo habías leído, pero al menos las fotos son nuevas, jejeje. Un abrazo!

    Gadirroja, eres la leche, gracias por ese peazo análisis, casi haces que parezca que lo he hecho queriendo y todo jejeje.

    FAN jejeje, con eso del Messi ya imagino por dónde has venido, jajaja, muchas gracias y, bueno, aquí estamos pa lo que haga falta.

    Sonia! Tú por aquí! Pues nada, nada, tengo que cimplir con ese relato de guasa, gracias por pasarte y me alegro de que te haya gustado ^^

    Rebeca, qué pedazo de comentario, niña, se nota que se te da bien la escritura. La verdad es que me encanta describir ambientes tétricos y oscuros, especialmente, como bien dices, lo relacionado con la sangre y la lluvia, y el mar, la noche, la luna, las brumas... lamentablemente en los cortos es imposible explayarse y en los libros, actualmente, es difícil conseguir que te acepten descripciones demasiado largas.
    Gracias por entrar y un saludo bien grande

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  8. A mi me mola lo que escribes, asi que sigue subiendo relatillos, que es genial poder leerte. Hascreado una atmosfera muy consistente para la historia y eso no siempre es fácil. Besotes

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