viernes, 29 de abril de 2011

Ryudo, la senda del dragón (va de tatus)

   Ya desde muy pequeñito (pero desde muy pequeñito, oiga) siempre fui un poco tirando a macarrilla. Con doce años tenía dos amigos, más amigos eran hermanos, Gonso y Suso, dos cabroncetes (tres conmigo) con los que descubrí todo lo que la vida tenía por ofrecerme o, como dice Tony Montana (Al Paccino) en Scarface: el mundo y todo lo que en él habita. Nos pegábamos, tomábamos copas, hablábamos con niñas no convenientes... Bueno, seguro que os hacéis una idea: En defínitiva no éramos más que el resultado de la literatura de Susan E. Hinton (Rebeldes, La Ley de la Calle, Educando al Campeón...) del cine de los ochenta y los noventa y de la música de Sex Pistols, los Ramones, Elvis Presley, Kenny Rogers, Willie Nelson, Ella Fitzgerald y los Iron Maiden. ¿Se os ocurre una mezcla mejor?

   Obviamente tanto caos de tendencias no había de ser bueno y dio resultado cosas como la foto de abajo:
 
 
  Que sí, parece ser que soy yo, con catorce añitos y montado en Yoli, la moto del Suso. Y por cierto, antes de que nadie diga ninguna chorrada acerca del águila y la bandera sureña, mi amigo era (y sigue siendo, es de cajón) mulato.
Pues eso.
  No hay más que ver la foto para imaginar que, por esa época, yo ya estaba muerto de ganas de tener todas esas cosas que los padres definen como pesadillas: un pendiente en la oreja (en mis tiempos era el único sitio en el que los tíos llevaban el pendiente) una barba de tres días, melena y, por supuesto, por supuestísimo, un tatuaje.
  Lamentablemente mi padre, una de las pocas personas a las que respeto de verdad en este mundo, no quería ni oír hablar de todas esas "pamplinas", así que, como a pesar de todo ese rollo de Rebeldes uno cumplía con lo que le decían los viejos, tuve que esperar, y mucho, para poder tener toooodas esas cosas.

  La barba vino pronto, a los 24, cuando me puse gordo como una mula (una mula gorda) y no quería que nadie me reconociera por la calle. Pondría aquí una foto, pero pesa demasiado (¿pilláis el sagaz juego de palabras?) 

  El pendiente vino ya talludito, pasados los 26 o 27, después de adelgazar y viviendo ya con Eva en Ciudad Real: un arito discreto o una cruz, que uno ya no está para ser portada del Los más buscados.

  Lo de la melena tuvimos que olvidarlo. Me habría gustado pero hay veces en la que un calvo debe saber ceder y retirarse.

  Finalmente vino el tatu, pasados ya los treinta.
  Y, como dicen los "Amo a laura": Mereció la pena esperar.
¡¡Tachán!!

  ¿Y por qué mereció la pensa esperar, os preguntaréis, pues porque gracias a esa espera supe, sin lugar a dudas, lo que quería tatuarme. Pero espera, que me estoy adelantando, vayamos por partes.

  Un tatuaje es algo muy importante, no es una pamplina que puedas hacerte a la ligera. Tienes que pensar que va a estar toda la vida sobre tu piel (sí, ninguna técninca lo borra del todo) y por eso es interesante esperar y estar MUY SEGURO de lo que te quieres hacer.
 Unas reglillas:
1.- Lo primero es no tatuarte nunca, NUNCA el nombre de tu novia, tu primo, tu mejor amigo o tu marido. ¿Por qué? Porque nunca se sabe lo que puede pasar. El nombre de los hijos sí, porque siempre serán tus hijos, pase lo que pase y hagan lo que hagan. El resto... No merece la pena.
2.- Lo segundo, no te tatues nunca por el capricho de otra persona que no seas tú, y tampoco te taues algo que tenga significado para otra persona que no seas tú. Sí, es de cajón, pero si yo os contara...

3.- Elige algo que siempre significará algo para ti. No te tatues conejitos de playboy, marcas de moda, personajes de pelis del mes pasado ni chorradas semejantes porque, con el tiempo, fijo que te arrepientes.
4.- Y por último, no te tatues hasta que estás al cien por cien seguro de que quieres llevar tu cuerpo pintado durante el resto de tu vida, sobre todo piensa en tus trabajos futuros y el problema que ese tatuaje puede significar a la hora de que te contraten. Por ejemplo, a mí me encantaría tatuarme la espalda entera en plan yakuza, es un sueño que tengo desde chico, pero hata que no tenga la vida COMPLETAMENTE resuelta, no lo haré ni de coña.
Pues eso.

  El caso es que, como uno es muy coherente con uno mismo, esperé a hacerme el tatuaje a noviembre del año 2oo9, ocasión en la que, completamente convencido de lo que quería, acepté hacerme un tatu con Eva. Ella se tatuó the swallow, un diseño original de Sailor Larry, uno de los tatuadores más famosos de la vieja escuela norteamericana, consiste en una golondrina roja y negra que se identifica con la familia y la lealtad, puesto que es un pájaro que, año tras año, siempre vuelve a su hogar y comparte una única pareja en toda su vida.
Yo, por mi parte, opté por un tatuaje clásico de la escuela oriental: un kiryu o dragón japonés de la energía, de diseño personalizado para la ocasión (¿Qué? No me gusta repetir modelito). El por qué elegí un dragón es algo fácil de explicar: En primer lugar mi apellido es del Río (Kawano), Ryo es el kanji (ideograma japonés) que simboliza al dragón, que a su vez se identifica con el curso de un río. Los dragones me han fascinado desde pequeño: son grandes, inteligentes y poderosos, y para colmo protegen a los suyos a toda costa, virtud con la que me gusta pensar que me siento identificado. Por último, el dragón es el símbolo de los ancestros en la cultura tradicional china, y bueno,,, cualquiera que haya leído más de tres entradas habrá apreciado lo unido que me siento a mis abuelos.

Así que, elgido el tatuaje, convencidos de que no incumplíamos ninguna de las normas y tras elegir un artista a la medida de nuestras expectativas (Luka, artista invitado ese mes en Tatto Palace, Amsterdam), cogimos a nuestros amigos, Patry y Danny y nos fuimos para Holanda como quien se va al bar de abajo a ver el fútbol (bueno, vale, no. El viaje llevaba un tiempo preparado).




 Luka liado con mi jamoncillo, siete horas que duró el puñetero.
Y sí, duele, especialmente a partir de la quinta hora seguida.
Y sí, merece la pena. En serio.

  El caso es que, después de casi siete horas sentado en la camilla (en serio, hacedlo en sesiones de cuatro horas, no más: A partir de la cuarta hora pica, a partir de la quinta duele y la última hora es un suplicio), con la pierna rígida por la postura y dolorida por la quemazón, con mis amigos descojonados, que habían estado animándome desde la calle enfrente de la ventanilla, me miré el tatuaje y me sentí feliz.
 
  Feliz porque tenía algo que me gustaba, feliz porque ese algo me acompañará siempre, allá donde vaya; y, finalmente, feliz porque cada vez que me entran ganas de perder el norte y olvidar lo realmente importante en esta vida no tengo más que mirar a mi kiryu para recordar el rostro de las personas a las que quiero, las que de verdad importan. Y eso, por redundante que suene, me hace feliz



...A pesar de las siete horas.


Aquí os presento a mi dragoncete

  Y como soy un hombre de palabra, mi dragón me acompañó a todos sitios. Primero a la puerta del propio Tatto palace, donde se integró con otros dragones:



 Al Kentucky. Sean fried chicken o no lo sean, qué buenos están esos cubos, por Dios:


A Volldenpark. No, no penséis mal, es un cigarrillo de liar. Y sí, está, en palabras de King Ferrys (otro maestro tatuador) Fucking Red. Es lo que pasa cuando le haces caso a la gente que no tiene ni puta idea y tratas tu tatuaje con vaselina. Para la siguiente, que sepáis que hay que ponerle bepantol.


   Al WaterHole, el mejor garito del mundo.


  A nuestra boda...

 A la fiesta de después de la boda (no os perdáis el detalle de los calcetines "Kike" de los moros... se puede ser más cutre?)

 A Time Square....

 Y a Wall street, la zona cero y Conie Island




  Sólo que en estos sitios no le hice fotos porque estaba haciendo el gamba:


  Por cierto, dato curioso: las gaviotas en Conie Island tienen su propio aparcamiento...


  Y si no estais de acuerdo con los tatus... bueno, pensad que estos dos de aquí abajo NO están tatuados (en qué estaría pensando el que los empaquetó en esa postura? que son juguetes para niños, por Dios... Cualquiera diría que los habían puesto enfrente del stand de las Barbies, jejeje)

  Y eso es todo. Perdón por la rallada y pasad un buen fin de semana ^^.

7 comentarios:

  1. Yo llevo el nombre de mi pareja, y no me avergüenzo de ello!!Todo lo contrario, le llevo más que con orgullo!!jejeje

    Tengo 9 tatus en total, el primero fue en la costilla izquierda (un ankh), y sigo queriendo más y más...pero es un vicio caro...xD

    El Bephantol es el mejor invento de Bayer!;-)

    A los padres nunca les gustan los tatuajes hasta que te tatuas su nombre, doy fe!!

    Otro tatu, es la imagen de mi perfil.Portada del single "Funeral of Heart" de H.I.M., por lo que la canción, y el grupo significan para mí.
    Tanto mi chico como yo, casi todo lo que llevamos es música (rock, metal), porque la música para nosotros es más que simples melodías.Forma parte de nuestra personalidad.

    Asi que me ha encantado tu entrada Rafa!!el tatu de tu mujer es precioso, los dragones no me van tanto...xD

    Respecto a lo de Bathory, prometo una entrada dedicada a ella!!Los padres no querían a sus hijas, porque sino, no tiene explicación que no investigasen...
    ¡Es mi condesa! es un personaje que me encanta, aunque no entiendo su locura por conseguir la belleza eterna, ni comparto su forma de querer conseguirla.

    Será mi lado gótico el que hace admirarla, por lo de los castillos tenebrosos, la sangre y esas cosas!!jajaja xD

    Respecto a la edad, nunca me importó, yo sólo me fijé, en que aparte de ser mi amigo, era el heavy más guapo que había visto nunca.Y ahora todavia más.Mejora con los años (igual que el vino).La cara de crío que tiene, a pesar de la perilla, las canas, y las greñas, le hace no aparentar sus 36!
    Que la gente diga lo que quiera, mientras se tengan las cosas claras...todos cumplimos años!!y el que no lo quiera ver, acabará como Elizabeth Bathory...loco perdido!!;-)

    Un abrazo,

    Rebeca.

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  2. Lo prometido es deuda.
    Entrada sobre Elizabeth Bathory, espero que te guste.

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  3. jajajaja Me meo con los ken onanistas!!! Varias cosas sobre tatus: ciertamente, tus consejos son muy buenos. Yo decidí esperar a los 18 por los mismos motivos que tú (que los niños de hoy no entienden) y...a los 18 se me habían ido las ganas. Tampoco tenía muy claro que motivo podría no cansarme después de 30 años, así que me limité a llevar la oreja izquierda como un colador y raparme como símbolo de mi "Modernura", pero poco más.
    Y una anécdota que me hace mucha gracia: mi primo Paco (de cadi,cadi) quería uno y daba mucho el coñazo a los padres con el tema.
    Total, que un día, mi tía jartita ya de escuchá al niño le dice: "Paco, mira, harte uno chiquitito. Chiquitito, por dió, que no lo vea tu padre".
    ...y aparece el niño a la vuelta con un dragón que le llega del hombro a la muñeca jajajaja
    Las horas que estuvo no las sé, pero que provocó la crisis matrimonial más grande en el matrimonio de mis tíos, eso me juego el gaznate jajaja!!
    A pesar de que no llevo, me gusta mucho el tatu de tu Eva y las fotos viajeras del tuyo son la caña.
    Un besazo!

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  4. Precioso el vestido de novia de Eva (si no lo digo reviento por dentro, hoy estoy muy pro bodas!). El tatoo mola, yo habia oido que hay una especie de "maldición" entre los tatuadores, la gente que se tatua el nombre de alguién lo termina perdiendo de una manera trágica, asi que nombres mal. Los únicos tatuajes que me he hecho son de henna, soy muy voluble para esas cosas y al final me terminaría cansando. A parte, tengo la piel muy sensible y sufriría como una tonta, porque me salen ronchas con nada. Pero admiro a la gente que tiene la determinación de ponerse algo en la piel que ya lleva impreso en el corazón, más allá de una moda, como bien has dicho. Besotes!!

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  5. No entiendo de tatuajes, es algo que nunca me he planteado, así que nunca me he fijado mucho en el tema. Aún así, aunque tu calificas tu entrada en la sección de "chorradas", me ha parecido una muy bonita historia de ciertas etapas de tu vida contada de una manera ciertamente original. Buen finde.

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  6. Abogo por lo de Him y Cradle.Los discos de Cradle son mejores los del principio, pero los dos últimos están muy bien, son muy cañeros.Y las letras basadas en asesinos en serie como siempre!!
    Tanto mi chico como yo, somos más de Arch Enemy y Amon Amarth (ambos de mis preferidos, se lo pegué yo...jajaj), que de Manowar...(nunca entendí que para ser heavy duro habría que anabolizarse, porque esa envergadura no es de machacarse en un gimnasio...vamos que no nos gustan...en ese estilo clásico, épico, molan mucho AVANTASIA - totalmente recomendables-).

    Somos más extre-metaleros, trash en plan (Metallica, Slayer, Antrax, Sepultura...), y luego ya black y death.
    Aunque también escuchamos musica en castellano.No sólo en ingles eh?

    Que la gente de otras épocas, iba muy descuidada, no se enteraban de nada, vivían en su burbuja...jajaja

    Buen finde!

    Un saludo,

    Rebeca.

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  7. Gracias Gadi, me quedo con esa historia de tu primo, está claro que tiene que ser un auténtico "Paquito, quillo, pisha...". Yo tenía un colega así, un figura. A ver si le llamo este finde a vé que fue de su vida.
    Un abrazo enorme.

    Hellen, le paso lo del traje a Eva, que se ha puesto muy contenta y te da las gracias. A ver si en un tiempo me animo y subo fotos de la voda, que por cierto... mi corbata era morada (sí, sí, como la de Elton John) Un abrazo tochismo.

    Pedro, gracias por el coment, la verdad es que son cosas importantes que dejan huella, me alegro de que te haya gustado.

    Uy, Rebeca, no me hables de Metallica que mi mujer es la única seguidora a la que le gusta el grupo en TODAS sus etapas. Tenemos cada pique Bruce Dikinson Vs. James Hedfield que no veas. De todas formas también escuchamos otras cosas, desde Sinatra hasta Maximum the Hormone (punk japo) Me chiflan esos cabrones.

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