martes, 26 de abril de 2011

Otro zas en toda la boca.

Pues sí, el I concurso de microrrelatos noir de la gangsterera ha dado a su fin y, una vez más, me quedo compuesto y sin premio. ¿Qué le vamos a hacer? Sólo queda recomponerse y seguir escribiendo, aunque pique un poco. De todas formas, para levantar el ánimo, os mando uno de los tres relatos que envié a concurso. Es el menos noir de los tres, más pasteloso que otra cosa. Supongo que en breve subiré otro. Y bueno... Espero que a vosotros sí os guste.
Snif snif.


Hadas de punta hueca.


Anoche soñé con hadas, diminutos puntos de luz que cruzaban a toda velocidad el éter de una noche estrellada. ¿Te sorprende? Ni siquiera yo estoy seguro de saber qué significan esas palabras. Sólo sé que soñé con hadas y te recordé: Tu diminuta cara de porcelana admirando aquél cuadro, ya sabes de cuál te hablo, el de los duendes, el que siempre te arrancó una sonrisa fascinada aunque a mí, en lo más hondo, me diera un pánico atroz.
¿Cuánto tiempo ha pasado? Diez años, tal vez quince. Nuestra vida nunca fue un lecho de rosas pero al menos tú tuviste una familia que recordar. A mí me llevaron a la casa nada más nacer. Debería estar agradecido: en aquella época aún se dejaba a los recién nacidos en los portales. Ahora la gente se limita a tirar a sus hijos a la basura. Depresión post-parto. Como si un latinajo inventado justificara su comportamiento.
Gilipollas 
Sería tonto decir que guardo más recuerdo de mis primeros años que esa sensación cruel de soledad que me comía por dentro. Sí, sé que me dirás que tú también conoces esa sensación pero tú me tuviste a mí, a tu hermanote como solías llamarme. ¿Tan grande era? Supongo que fue eso lo que hizo que esa gente se fijara en mí al cumplir catorce. 
No, no voy a recordártelo, los dos sabemos lo que pasó. Sería estúpido pedir perdón y decir que lo siento, que debería haberme quedado a tu lado. Pero debes entenderlo: El dinero, los trajes caros, los coches y, sí, lo siento, las chicas, eran un cebo demasiado atractivo para quien no había conocido más que la miseria desde el día de su nacimiento.
A estas alturas sería estúpido negarlo: hice cosas malas. Cosas muy malas. Tantas que, ahora que mi vida pasa ante mis ojos, las veo como el guión de una película cuyo desenlace es tan sencillo como previsible: Vandalismo, extorsión, robo y, finalmente, asesinato. Era cuestión de tiempo que la bomba estallara en mis manos, lo sé, y ahora ya no queda mucho tiempo. He lavantado todas las cartas de esta tirada de tarot y ya sólo me queda la XIII. La carta de la muerte.
Era de esperar. 
Y así, mientras escribo estas líneas, mientras te envío el te quiero que nunca me atreví a decirte, un coche frena en la acera. Imagino unos pasos apresurados por las escaleras, tal vez zapatos italianos, puede que algún calzado ruso, ¿acaso importa? Sólo es cuestión de tiempo que la puerta salte echa pedazos en una lluvia imposible de astillas y bisagras. En medio de esa lluvia inminente, finalmente, llegarán las hadas. Volando a mi encuentro a través de la habitación, diminutos destellos a la luz de los fogonazos. Hadas de punta hueca que, con su beso de muerte, me hablarán de ti. 
¿Te reconoceré en alguna de ellas? Es posible. Nada me gustaría más que poder verte, aunque sólo sea una vez, antes del fin. 


Y listos. Ale, a disfrutar la semana ^_^

5 comentarios:

  1. Me di cuenta de lo bien que escribes (pero bien con vocación, y con capacidad) justo en el post anterior. La forma en que presentaste la narración de un hecho (un albaricoquero que resucita) y la manera en que la relacionaste con la vida que vuelve una y otra vez y con la época que es me llegó al alma (atea, encima).
    De este relato te digo lo mismo. Me gusta su apertura, su dureza y los sentimientos que evoca.
    ¡¡Yo quiero los negros!! jajaja
    Soy una lectora compulsiva y si son microcuentos/narraciones me encanta leer en blogs (para novelas aún no me ha convencido el Manolo de que le robe el ebook, él es el "tonto-los-gadgets).
    Sigue, Rafa, persevera. Ya conocerás la frase, ¿no?
    Un besazo!

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  2. JO-DO...

    A mi me ha molado (y mucho). Los premios son para los colegas, la gente que escribe genial no siempre se lleva un premio: Tolkien, Tolstoi, Ágatha Christie... ánimoooo! Besotes

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  3. ¿Qué me decías el otro día? Que no me rindiera, que todavía era demasiado pronto para no creer en mis sueños... Tú sigue, ya estás en el camino. Además, para gustos colores. Es algo muy subjetivo, no crees? ;)

    Besos

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  4. JO lo siento muchísimo. Bueno anda todavía te queda y mira a mi me gustó mucho. Lo que te dije ayer no seas negativo porque no sirve para nda y al menos yo sé que vales muchísimo como escritor. Ánimos desde aquí de mi parte y de la de Aarón (Que estamos contigo).

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  5. Colega, como decían por ahí muchas veces los premios no reflejan al mejor. Animo y sigue escribiendo. Un abrazo.

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